Diseño de nadie

¿Compongo con lo que veo o capturo lo ya compuesto? Lo que nos rodea sin tener autor crea diseños y composiciones como si de una galería a nuestros pies se tratase. ¿Existe realmente un “creador”? Lo que nos rodea siempre está intentándonos contar algo, un toque de atención, un toque de conciencia. Cada materia tiene su personalidad y su discurso, solo falta saber escucharlo. Esta belleza y composiciones sin aparente autor no solo están presentes en lo evidente, sino que traspasan todos los muros y filtros hasta manifestarse a través de lo más cotidiano y menos vinculado a la propia naturaleza. Hasta incluso manifestarse a través de nosotros.

 

“Diseño de nadie” pretende contar una reflexión mediante fotografías y texto, acerca de cómo las formas y texturas de la materia atribuidas al azar y la casualidad, componen de una manera que parece decir lo contrario. El proyecto intenta buscar respuestas acerca de la creación, el ser humano, la belleza y el universo. Algo que sabe componer y expresarse como si de una consciencia que está detrás se tratase, es algo que está en todo acto “involuntario” de la realidad como puede ser las pisadas que dejan las personas en el suelo o el recorrido que dibuja una gota por un cristal.

Todas las imágenes y reflexiones escritas se crean con los elementos cotidianos que me rodean al caminar; Bilbao, la ría, parques, playas, asfalto, baldosas... Elementos muy comunes y transitados, pero a la vez ignorados. Vivimos en una sociedad dormida, una sociedad que piensa racionalmente, una sociedad en la que  vamos a trabajar, comemos, paseamos al perro y nos lavamos los dientes imbuidos en una marabunta mental que nos aísla de todo lo que nos rodea. Parece que sea necesario ver una película de acción para sentirse vivo o irse de vacaciones a Hawaii para disfrutar y admirar la belleza de una playa. El proyecto además de buscar respuestas, pretende ser comunicativo, dar un toque de conciencia al espectador.

En un inicio el proyecto estuvo enfocado a la “natura”, todo motivo ajeno al ser humano, pero a medida que avanzaba el proyecto me fue desvelando que nada está separado y que todos nuestros actos dejaban una huella con una belleza similar a la que en un origen quise ceñirme. Esa belleza y “diseños de nadie” se manifestaban también a través de nosotros. Y es a partir de ahí cuando empecé a interesarme también por los motivos que dejan los actos humanos de una forma involuntaria (disposición de las personas al esperar el bus, composiciones creadas por huellas humanas en la arena, las formas de la escayola dejadas en la pared por un albañil…)

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